Comienza un nuevo año y todos, quien más quien menos, nos proponemos realizar algún cambio positivo en nuestras vidas. Hacer ejercicio físico, perder peso, dejar de fumar o leer más son algunos de los típicos objetivos que nos marcamos con las 12 campanadas que marcan el comienzo de un nuevo año.
Pero, ¿cuántos de ellos llegamos a realizar?.
Muchos de nosotros nos marcamos objetivos poco realistas y este es el principal problema al que nos enfrentaremos el próximo 31 de diciembre y hagamos balance de esas mejoras que habíamos programado para nuestras vidas.
Si queremos que la próxima Nochevieja estemos algo más sonrientes debido al orgullo personal del trabajo bien hecho debemos comenzar por plantearnos qué estamos dispuestos a perseguir y cuánto esfuerzo estamos dispuestos a emplear en ello.
Lograr los objetivos de nuestra vidad es una cuestión de esfuerzo. Si creemos que el esfuerzo supera a la ganancia de lograr nuestra meta, tendremos muy poca motivación por conseguirlo. En cambio, si percibimos que la consecución del logro supera el trabajo que nos va a suponer llevarlo a cabo, nuestra motivación nos empujará a conseguir esa meta que va a mejorar nuestra vida.
Hola Enrique.... lo ideal sería marcarse metas y objetivos a corto plazo y realizables.... no cosas muy idealizadas e inalcanzables. Además las cosas de una en una... no todo a la vez (dejar de fumar, ir al gimnasio, perder peso... todo a la vez...) porque entonces no nos centramos y no conseguimos ninguna. Por ejemplo.... me voy a plantear de aqui a seis meses dejar de fumar.... y luego ya veremos... y así... a objetivo cumplido, nuevo objetivo..
ResponderEliminarGracias por tu aportación Isa, muy acertada. Proponerse muchos objetivos de golpe puede hacer que nos sintamos abrumados por el fn que perseguimos, ya que lo vemos demasiado lejos y complicado. Mejor ir poco a poco.
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