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viernes, 19 de julio de 2013

Pretemporada: aprovecha la ocasión




Verano, calor, vacaciones,… Mediados del mes de julio, cuando la mayoría de los trabajadores comienza su periodo vacacional, los equipos profesionales de fútbol empiezan una nueva temporada, una situación que el entrenador y su cuerpo técnico deben saber aprovechar para sentar las bases de lo que será el trabajo de todo un año y en el que se fundamentará buena parte del éxito o fracaso con el que evaluemos una temporada.
En este periodo es básico el trabajo físico, y muy importante también es el aspecto psicológico que debe saber manejar el entrenador para que su grupo se cohesione, esto es, para que todos los miembros de la plantilla se sientan atraídos por el proyecto y crean en él.
Son muchas las variantes con las que un club puede encontrarse en la vuelta al trabajo: nuevo entrenador, nuevos jugadores, situaciones económicas problemáticas, plantillas no confeccionadas,…, y todas ellas deben ser tratadas con el máximo cuidado por los responsables del equipo si quieren sentar las bases de un trabajo bien hecho y que propicie la consecución de los objetivos planteados.
La llegada de un nuevo técnico al vestuario genera una serie de incertidumbres que producen estrés en los deportistas y que el técnico tendrá que intentar aclarar lo antes posible con el fin de que ese estrés se disipe en el menor tiempo.
Los jugadores que continúan de la temporada anterior tendrán dudas acerca del papel que desempeñarán en la presente: los que jugaban se preguntarán si seguirán haciéndolo, los suplentes si tendrán más oportunidades que con el técnico anterior, y todos se cuestionarán si la persona que el club ha puesto al mando sabrá manejar las diferentes situaciones que se den en la temporada. Los jugadores que forman parte de una plantilla por primera vez se tendrán que acostumbrar a las normas, usos y costumbres que rigen el vestuario, además de lo que para cualquiera de nosotros supondría un cambio de lugar de residencia, y no sólo para ellos, también para sus familias.
Ante esto, lo primero que debe hacer el entrenador es explicar a sus futbolistas qué espera de ellos, esto es, los objetivos que les marca para la temporada, tanto grupal como individualmente, con la premisa de ser claro y conciso, y aceptando que si el futbolista alcanza su objetivo tendrá que cumplir lo pactado: el beneficio que se obtiene por el esfuerzo realizado. Para ello, es fundamental hablar con los jugadores en grupos, a solas, por demarcaciones intentando ser un buen comunicador.
La pretemporada es un momento clave para este trabajo de asignación de roles y tareas, que además va a propiciar que los jugadores conozcan a su nuevo técnico, asimilen los fundamentos físicos, tácticos y técnicos que se van a trabajar y se genere cohesión en el equipo, que va a determinar en buena parte lo que ocurra durante la temporada,
Cualquier entrenador sabe que para que su equipo funcione los jugadores deben confiar en él, y debe hacer que esa confianza se mantenga a pesar de las diferentes circunstancias adversas con las que se van a encontrar en la temporada. Si durante estos primeros días de entrenamientos, el técnico es capar de sentar las bases de esa confianza tendrá mucho camino recorrido, y le será mucho más fácil ser la persona de referencia para los futbolistas. Tiene que convertirse en el líder del vestuario.
Publicado en www.melillaesdeporte.es 

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