Ahora bien, ¿por qué muchos clubes y entrenadores son reacios a implementar la figura del psicólogo en sus estructuras deportivas?. Si un deportista individual o un equipo necesita, obligatoriamente, a un preparados físico para que se de el mejor nivel de respuesta física en los momentos claves de la temporada, debemos concienciarnos de que la preparación mental es tanto o más importante que la física para obtener los objetivos que nos propongamos.
En mi opinión, la clave de la cuestión está en que, desde el deporte base, los niños y niñas que practican alguna actividad deportiva estén familiariazados con la figura del psicólogo deportivo. Todavía queda, en muchas personas, la concepción de psicología igual a locura, lo que de antemano es una premisa errónea. El psicólogo puede ayudar, en las edades tempranas de la práctica deportiva, a favorecer la socialización, el aprendizaje de normas, el sentimiento grupal y a moldear la personalidad de los chavales que están en pleno proceso de desarrollo.
Debemos mentalizarnos, y muchos técnicos de deporte base no lo están, de que el deporte es una actividad de aprendizaje como lo puede ser la escuela o la familia, pero con un condicionante añadido que lo hace especial. La familia es la que te ha tocado, al cole tienes que ir porque es obligatorio, sin embargo, el niño o la niña que se decanta por realizar un deporte lo hace porque le gusta, y esta predisposición positiva es la que los técnicos de deporte base deben aprovechar para trabajar con los más pequeños.